Es posible mejorar el tratamiento de cáncer de pulmón en estadios precoces, gracias a la videotorascoscopia. Se trata de un procedimiento quirúrgico que requiere la mínima invasión, con la máxima eficacia. Ayuda a reducir los tumores en fases tempranas.
El Dr. Miguel Mesa Guzmán es cirujano torácico de la Clínica Universidad de Navarra. Interviene mediante una o dos incisiones, de 2 ó 3 cm, a pacientes con cáncer de pulmón en fases iniciales. A continación, te explicamos todos los detalles sobre este procedimiento médico. Además, contaremos un caso real de una paciente del Dr. Mesa Guzmán.
La batalla contra el cáncer de pulmón: ¿Cómo actuar a tiempo para reducir los tumores?
Nódulos y tumores malignos de pulmón en estadios tempranos. Estas son las principales indicaciones médicas que pueden beneficiarse de la técnica quirúrgica de la videotoracoscopia. Un procedimiento quirúrgico mínimamente invasivo que permite, a través de una única incisión de entre 2 y 3 cm, acceder hasta el nódulo localizado en el pulmón.
Se debe realizar un diagnóstico intraoperatorio para, finalmente, terminar de intervenir de modo adecuado, según sea la naturaleza de la lesión.
Un ejemplo representativo de los beneficios de la videotoracoscopia es el de Cristina del Saso, abogada urbanista tinerfeña.
Ha sido una paciente reciente del Dr. Mesa Guzmán, a quien el cirujano realizó una intervención. Consistió en la resección en cuña del nódulo, diagnosticado previamente en un TAC.
En el mismo acto quirúrgico, y con la muestra ya tomada, se realizó el análisis anatomapatológico del tejido. Ante el resultado de malignidad, el cirujano procedió a la extirpación o resección de la región anatómica pulmonar en la que se alojaba.
El especialista realizó todo el procedimiento a través de una única incisión de 3 cm. El carácter mínimamente invasivo de la intervención favoreció la pronta recuperación de la paciente, que a los 4 días recibió el alta hospitalaria.
LA TÉCNICA
La videotoracoscopia es una técnica quirúrgica mínimamente invasiva, que se emplea en las etapas precoces de cáncer de pulmón. Consiste en abordar a través de uno o dos únicos puertos, realizados en la parte latero anterior del tórax el nódulo pulmonar que se quiere extirpar.
La intervención se realiza mediante una incisión de entre 2 y 3 cm. Por por el corte se introduce una óptica y el instrumental necesario para la resección de la lesión.
La intervención se realiza en el espacio pleural, localizado entre el pulmón y la pared torácica. A través de esa incisión “se realiza todo el procedimiento, desde el diagnóstico de la lesión, mediante la toma de una cuña pulmonar. Incluye al nódulo con márgenes libres.
Posteriormente, según el resultado, se procede en caso de malignidad a realizar una disección anatómica. También una resección del lóbulo o el segmento pulmonar afectado”, apunta el especialista.
VENTAJAS
El Dr. Mesa, cirujano con amplia experiencia en cirugías mediante la técnica de videotoracoscopia. Así pues, señala las principales ventajas de este procedimiento frente a la cirugía torácica convencional y ante otros tratamientos para batallar contra el cáncer de pulmón.
“La videotoracoscopia precisa de una incisión mucho menor, resulta por tanto un procedimiento menos traumático y doloroso, ya que no implica la apertura costal”.
“Estamos hablando pasar de una incisión de 15 cm en la toracotomía a otra de 2 ó 3 cm con puntos intradérmicos de modo que apenas se nota”, por lo que el avance cosmético también es significativo.
El especialista subraya además la mejora del postoperatorio, “más corto y con una tasa menor de efectos secundarios que en la toracotomía”. No obstante, la posibilidad de abordar la cirugía por videotoracoscopia a través de uno o dos puertos depende de cada caso.
En el caso de Cristina, por ejemplo, optamos por un solo puerto y una resección anatómica debido al estadio temprano que presentaba la lesión: estadio IA”.
RECUPERACIÓN MÁS RÁPIDA
Todos estos aspectos favorecen, en suma, un postoperatorio mucho más llevadero, con menor índice de complicaciones, una estancia hospitalaria menor y una recuperación mucho más rápida.
Sin duda, la videotoracoscopia aporta una importante ventaja respecto al ingreso hospitalario, con una media de 3 ó 4 días, respecto a la toracotomía (cirugía abierta), que precisa entre 7 y 10 días de hospitalización.
Abordar de esta manera el cáncer de pulmón, ayuda a atacar a tiempo las células cancerígenas en fases iniciales de forma eficaz y con la mínima invasión durante la intervención quirúrjica.
Respecto al abordaje, habitualmente el Dr. Mesa lo realiza a través un solo puerto. Aunque, en cualquier caso, puede abordarse por dos.
“No tengo establecida una técnica estricta de un solo puerto porque considero que lo más importante, tratándose de una patología oncológica, es garantizar la seguridad del paciente y la radicalidad de la cirugía”.
Una de las limitaciones que presenta la videotoracoscopia es la ausencia del tacto del nódulo por parte del cirujano, de ahí la ventaja de la Clínica al disponer de un quirófano híbrido habilitado con un TAC, “que permite obtener una localización exacta del nódulo durante el mismo procedimiento y su marcaje para su posterior resección”.
El Dr. Mesa apunta más lejos en el desarrollo de esta técnica quirúrgica: “El futuro es la videotoracoscopia en conjunto con el desarrollo de la cirugía robótica en nuestra especialidad”.
TESTIMONIOS REALES: Cristina del Saso
Fue intervenida en la Clínica mediante videotoracoscopia para extirparle un tumor maligno de menos de 2 cm en el pulmón.
¿Cuál fue el primer diagnóstico?
En Urgencias los médicos pensaron que era un cólico nefrítico hasta que decidieron hacerme un TAC en lugar de una ecografía. Ahí vieron que tenía un nódulo en el pulmón.
¿Cáncer de pulmón? No me lo podía creer. Me preguntaron si fumaba y les dije que no, que lo dejé hace 16 años. Además, vieron que lo que me causaba el dolor era un quiste en el ovario, que desapareció en la siguiente regla. Pero ya comenzamos con el proceso del nódulo en el pulmón.
¿En qué consistió ese proceso?
Acudí a la Seguridad Social con las pruebas hechas en la clínica privada. Allí me dijeron que era un nódulo y que tenía aspecto de ser maligno, que ellos lo operan y que entraba en el protocolo del cáncer de pulmón.
Te impacta cuando te lo dicen por primera vez. Pero entonces empiezas a pensar de qué tiempo estamos hablando. Tenía una lista de espera de 4 meses. Y 4 meses, con esa noticia, no hay quien viva.
Tenemos un amigo neumólogo con contacto con Neumología de la Clínica Universidad de Navarra y él nos dijo que fuésemos derechos a Pamplona.
¿Cómo fue el cambio a la Clínica?
Al llegar, nos impactó mucho la facilidad de todo. Por teléfono fue tan rápido, asequible y fácil. A los dos días estábamos en consulta de Neumología y me hicieron todas las pruebas.
En el TAC y el PET vieron que el nódulo no era maligno. Fueron muy buenas noticias, pero en el otro pulmón me vieron una cosa rara. Era muy pequeña, pensaban que quizá fuera una cicatriz.
El neumólogo me dio antibióticos y me empezaron a controlar cada 3 meses. Hasta que la última vez vieron un pequeño aumento de densidad. No les gustó. Descartaron una posible cicatriz, pero necesitaban ver qué era.
Entonces, me pusieron en contacto con el Dr. Mesa, cirujano torácico, que me explicó todo el procedimiento y me dijo cómo operaría. Cogerían una cuña del tejido, la analizarían en quirófano y verían si era benigno o maligno.
¿Cuál fue el resultado?
Lo analizaron y resultó maligno, pero tenía menos de 2 centímetros. Fue una suerte porque si vengo en un año quizá hubiese sido grande. El doctor me quitó un lóbulo del pulmón derecho y quedó todo limpio.
Me extirparon también unos ganglios para analizar si seguía teniendo restos de cáncer. Dieron negativo y, finalmente, no tuve que recibir ni quimio ni radio.
¿Cómo afrontó el nuevo diagnóstico?
Lo afronté con tranquilidad. Pensé, esto es lo que me toca, un nuevo capítulo. Pero he tenido mucha suerte con el Dr. Mesa.
Es una suerte tener un médico así. Me explicaba lo que tenía, el tratamiento, etc. Le dije que haríamos lo que él me dijera y acertamos totalmente.
¿Qué era el nódulo del otro pulmón?
Es un hamartoma, un tumor benigno, redondito, quieto. Me lo están controlando y no evoluciona.
Después de un proceso así, ¿qué concluye detodo esto?
Mi primera conclusión es bendito ovario, porque si no es por ese dolor no me hubiera enterado del nódulo.
La segunda es bendita Clínica, que me hacen bien el diagnóstico y me detectan el otro.
¿Qué se lleva de la Clínica?
La profesionalidad de todo el mundo. Desde el servicio de Coordinación, el trato de las enfermeras, las auxiliares, los médicos.
Da gusto como te tratan aquí. Hay una asignatura que deberían impartir a algunos médicos en las facultades: empatía con el enfermo.
¿Cómo se encuentra ahora?
Muy feliz. Los médicos me han dicho que ha ido todo muy bien. Me he recuperado muy rápido, dicen que estoy limpia y que me he recuperado muy bien. Además, el pulmón se ha expandido y he tenido un postoperatorio maravilloso. Han sido todo ventajas.
¿Cómo lo ha vivido la familia?
Peor que yo, porque el que lo padece tiene más fuerza para vivirlo, sabe lo que le viene encima y lo acepta desde dentro. Mi mayor apoyo ha sido mi marido; fundamental para no verte muy sola.
Después, mis hijos. Al mayor le coincidió con los finales de carrera y a la de 16 con los de la ESO. Lo hablamos y decidimos no contárselo en ese momento y mantener que se debía a un problema de ovario. Por lo menos no decirles la importancia de la operación.
Por eso han estado muy tranquilos. Cuando terminaron los exámenes, mi marido se lo explicó y lo entendieron perfectamente. Dijeron que habrían hecho lo mismo. Mis padres son mayores y se lo tomaron de otra manera.
¿Qué consejo daría a quienes viven una situación similar?
Es muy importante la actitud; le puede tocar a cualquiera. Es importante afrontar la situación con optimismo y positividad. La medicina ha avanzado tanto, que la gente desconoce todo lo que pueden hacer los médicos por ayudarnos.
Además, es muy importante ponerse en buenas manos. La tecnología en mi caso ha facilitado una incisión mínima. Tengo una pequeña cicatriz en el costado, a la altura del pulmón derecho. Creo que es más pequeña que la de una cirugía por apendicitis. Y además es muy bonita. Por ahí me han sacado el lóbulo del pulmón, sin abrirme las costillas ni romperme nada. Con lo cual, el postoperatorio no ha sido doloroso.
La operación fue muy importante. Así que, cuando a los tres días me vi en una terraza tomándome algo con mi marido, no podía creérmelo.
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